Incertidumbre en la Industria del transporte terrestre en LATAM

El comercio en América latina sigue dependiendo en un gran porcentaje de la distribución vía terrestre. Según la SLOCAT (Sustainable low carbon transport), Asociación multinacional creada para compartir acciones en busca de una descarbonización del transporte, esta forma de distribución de mercancías, bienes y personas representa el 70% del transporte en la región y el 40% de las emisiones globales por CO2 del sector.

Ante el gran tamaño que representa el autotransporte de carga terrestre, es obvio imaginar que esta industria presenta muchos desafíos y retos que deben enfrentarse día con día. La deficiente infraestructura carretera que afecta a la región; las grandes distancias que se deben recorren que, además de representar un mayor costo afectan gravemente al medio ambiente al incrementar las emisiones de CO2; la falta de mantenimiento o renovación de los vehículos que circulan diariamente; la no inversión en tecnología o sistemas que ayuden a mitigar ineficiencias, son algunos de ellos.

El día de hoy, nos enfocaremos en tres retos que ponen en riesgo a toda la industria.

Inseguridad en la industria del transporte terrestre

Uno de ellos es el incremento descomunal de la inseguridad en la zona, el robo al autotransporte en la región va en incremento sin que las autoridades puedan erradicar este tipo de actividades ilícitas. En México durante 2023, se reportó un robo a transporte de carga cada 38 minutos, es decir 13,848 eventos al año. La cifra en Brasil fue de 3,856 reportes, destacando la región sudeste (Sao Paolo y Rio de Janerio) como el objetivo principal. De acuerdo con la policía Nacional, durante el primer trimestre del 2023, Perú tuvo 125 casos de robos al día al autotransporte. Chile aumentó 27% su nivel de incidencias en comparación al año anterior, reportándose 13,000 casos. El entorno político y social del Ecuador ha provocado que esta situación se haya vuelto cada vez más preocupante. En Colombia se incrementó este tipo de delitos en un 6% reportándose 12,740 robos durante el año.

Los datos antes mencionados son solo un ejemplo de la situación actual que esta viviendo toda la región, desde México y hasta la Patagonia. Cifras alarmantes, incremento de casos, incompetencia de las autoridades, perdidas multimillonarias y riesgos a los transportistas en sus vidas y sus mercancías, han provocado el segundo de los retos de la industria.

Falta de operadores en la industria del transporte terrestre

La falta de garantías mínimas para realizar su trabajo versus la poca paga que reciben los choferes ha generado una crisis de operadores. En México se estima que hay escases de al menos 54,000 posiciones de trabajo como operadores, lo que representa el 10% de la flota requerida actualmente.

Además de la inseguridad, la falta de una correcta infraestructura carretera, las jornadas laborales a las que se enfrentan los conductores, aparece ahora en escena, la competencia que representa que, los Estados Unidos de América estén ofreciendo visa de trabajo H-2B, que permite a operadores calificados trabajar de manera legal en aquel país, con mejores condiciones de trabajo, mayores salarios expresados en dólares americanos y  por supuesto teniendo un contexto de mucha menor inseguridad que en el resto de los países. Se estima que las empresas estadounidenses ofrecen un salario 200% mayor a lo que se paga en la región.

Incremento en los costos de distribución 

Por último, todos los retos que hemos referido en los párrafos anteriores derivan indudablemente en un incremento en el costo de distribución, que es nuestro tercer gran desafío. El costo del transporte representa alrededor del 50% del costo de distribución total, es por ello por lo que se debe tener marcación personal en este indicador.

Existen otros factores tanto internos como externos a los que también podemos atribuir el incremento al costo por distribuir. Dentro de los factores externos encontramos el incremento en tasas impositivas o aduanales, incrementos inflacionarios que elevan el precio del combustible, la inmediates del consumidor que provoca entregas más rápidas que no necesariamente aumentan el drop size de los pedidos y el incremento de los insumos y refacciones.

 Ahora bien, dentro de los factores internos y que son controlables por las compañías, encontramos una mala eficiencia en la planeación de carga de vehículos que provoca realizar una mayor cantidad de viajes para distribuir la misma mercancía, rutas logísticas mal trazadas que incrementan los kilómetros recorridos en cada una de ellas, baja eficiencia o nula visibilidad en la gestión de gastos adicionales, así como la falta de controles dentro de todo el proceso pedido a cobro.

 

¿Está todo perdido?

A pesar de que nos enfrentamos a un ambiente hostil en la industria del transporte, no todo está perdido. La tecnología puede ayudar (y mucho), a mitigar y enfrentar los retos antes descritos. Contando plataformas tecnológicas que utilicen la IA y ML, como UNIGIS TMS, se puede tener una mayor visibilidad de la operación, mejorar el control en todos los procesos, aumentar la eficiencia en las entregas, minimizar el riesgo a los choferes y en general incrementar la productividad de toda la industria.

 

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Referencias: https://slocat.net