Fulfillment: replanteando la estrategia
En temas de ecommerce, el fulfillment es la gestión logística completa de un pedido. Va desde que llega la solicitud de venta hasta que lo recibe el cliente final. Esta práctica es común en cualquier proceso de distribución. Sin embargo, hay factores que han necesitado replantearse en los últimos años.
Crisis en la cadena de distribución mundial
Durante la pandemia se cambiaron muchas cosas en la cadena de abastecimiento en todas las industrias. El ecommerce creció mundialmente en un 18% de acuerdo con el reporte de We Are Social en 2021. A raíz de esto la cantidad de embarcaciones comerciales en movimiento incrementó al grado de crear “tráfico” en diferentes puertos. Por ejemplo, en Estados Unidos se registraron 73 barcos detenidos en los puertos de Long Beach durante el mes de septiembre de 2021.
Lo anterior es debido en parte a que tampoco existen suficientes contenedores y bodegas para todos los pedidos nuevos. Tampoco existe suficiente transporte para distribuir los pedidos antiguos. Los costos de flete desde China crecieron incluso más del 500% de acuerdo con Forbes.
Todo esto viene derivado de al menos los siguientes tres factores: la presión por reestablecer la economía, el aumento de ventas ecommerce de productos en el mundo y la poca capacidad de gestionar este aumento de ventas.
Analizando la estrategia
El fulfillment, si bien considera todo el proceso logístico, también debe considerar ahora esos 3 factores con la lupa.
En artículos anteriores explicamos como las empresas han replanteado su estrategia logística enfocándose ahora en el cliente. Esto ayuda a considerar tanto los procesos internos de distribución y abastecimiento, como el comportamiento del consumidor. Incluso hasta cierto punto, nos permite tener un panorama más amplio de la situación socioeconómica de cada país y como afectará a nuestra cadena de distribución.
Un ejemplo práctico es cuando un cliente usa un marketplace para comprar algún producto internacional.
La necesidad de controlar el proceso logístico inicia desde que el cliente compra su producto y es convertido en un pedido. Ahí el fulfillment debe entregar el pedido al proveedor y gestionar existencias y capacidad de envío. Después debe calcular tiempos estimados de elaboración y entrega, considerando la capacidad de producción y/o distribución.
Planteándolo desde un proceso customer centric, toda la gestión debe partir de la solicitud del cliente y debe terminar en el cliente mismo.
Aunque el fulfillment no hace “borrón y cuenta nueva” mágicamente de la situación actual de abastecimiento, replantear la estrategia ayudará a adoptar una estrategia customer centric, donde tomen un modelo de distribución más completo y considere estas situaciones, ayudando a detener el embudo que se comenzó a generar desde 2020.
Fulfillment con tecnología
Así como las ventas y comportamiento del consumidor se están digitalizando, también la cadena de distribución y logística. Aquí es donde el fulfillment se ve apoyado por plataformas especializadas como UNIGIS TMS, que permite gestionar desde la creación de pedidos, planeación de la distribución, monitoreo de viajes y entregas al cliente final. Además, se integra a sistemas terceros como WMS, ERP’s o cualquier otro sistema que apoye al control del fulfillment.
https://www.forbes.com.mx/negocios-aumenta-575-el-precio-de-los-fletes-de-barco-de-china-a-mexico/